lunes, 27 de febrero de 2012

transposones


 En 1956 Bárbara MacClinton señala que algunos genes del maíz pueden saltar de un cromosoma a otro. A pesar de estos datos, hasta hace pocos años, los genomas eran considerados como algo estático, que se modifica sólo por el pausado cambio de la evolución. Sin embargo, los genomas incorporan a lo largo del tiempo nuevas secuencias, reorganizando las preexistentes. De modo que estos procesos provocan una serie de cambios cuya importancia es notable en la evolución de la especies.

Las primeras observaciones que condujeron a los descubrimientos de McClintock fueron efectuadas por ésta en el maíz, donde comprobó que ciertas formas de inestabilidad en sus células daban como resultado que los granos presentaran trazos de colores diferentes en lugar de una pigmentación homogénea. Al mismo tiempo, las células presentaban otras modificaciones e sus cromosomas. McClintock descubrió que esas anomalías en los granos de maíz se debían a que ciertas estructuras eran desplaza das en un mismo cromosoma. Cuando la norteamericana comenzó los trabajos que desembró carían en el descubrimiento de las estructuras genéticas móviles se conocía ya una forma de inestabilidad genética entre las plantas y los insectos (la mosca del vinagre), que se manifestaba en que ciertas regiones de los cromosomas su frían más que otras las modificaciones hereditarias. En el maíz el fenómeno determinaba la presencia de colores divergentes en sus granos. Los trabajos de McClintock han sido comparados, por su semejanza e importancia, con las aportaciones del austriaco Mendel al conocimiento de las leyes de la herencia. Al haber obtenido el Premio Nobel de Medicina como única galardonada, McClintock ha roto lo que ya constituía una tradición en este premio, que desde 1961 se venía concediendo a más de un científico cada año.




 ¿Qué es un transposón? Los transposones son secuencias de ADN que pueden proceder de retrovirus ancestrales, y que se desplazan de un sitio a otro del genoma durante la recombinación genética que tiene lugar a lo largo de la división celular, donde se sitúan en determinadas zonas. Los transposones que se inserten en determinadas regiones, pueden ocasionar –entre otros efectos– deleciones, inversiones y que una secuencia del hospedador se traslade a otro lugar (translocaciones). En definitiva, constituyen una fuente de nuevas ordenaciones del genoma.


En eucariotas, los elementos transponibles se propagan con idéntica facilidad que en procariotas. Si bien, los mecanismos por los cuales los transposones se mueven de un sitio a otro pueden ser bastante diferente. En bacterias, la transposición implica la producción de una copia extra de ADN a partir de la copia existente para su posterior inversión, mientras que en eucariotas, el ADN que se transfiere primero se copia a ARN y después de nuevo a ADN. Una parte importante del ADN que no es codificante denominado como «basura» y que supone alrededor del 50% del ADN genómico corresponde a transposones.

¿El ADN salta?
Pero al comienzo de los años 70 se descubrieron fenómenos similares en muchos otros organismos, bacterias, levaduras e incluso en la mosca de la fruta. Tras más de treinta años de incomprensión se le reconoció que Bárbara McClintock había hecho un descubrimiento excepcional y que lo había interpretado de manera genial, solo tuvo un fallo: el nombre que les dió, “elementos controladores”, no es muy atractivo, ahora les conocemos como TRANSPOSONES.

Los transposones son como el caballo de Troya de los genes, los forman segmentos de ADN especializados en meterse dentro de otro ADN, y si cuando lo hacen caen dentro de un gen, lo estropean. Interrumpen la secuencia en la que se lee el gen y anulan su información. Es lo que pasa en algunas zonas de los granos de maíz que veía Bárbara McClintock, que dentro de algunas células un transposón se movía de un lugar a otro y arruinaba la información de un gen necesario para producir el pigmento que les da color. Este proceso puede intervenir en muchos sucesos biológicos, incluido el desarrollo del sistema inmunológico y en la generación del cáncer.

Biografía.
Bárbara McClintock nació 16 de junio de 1902 en Hartford. En su adolescencia la situación económica familiar era mala, Bárbara no pudo ir a la Universidad de Cornell, que era su favorita. Tuvo que aceptar un trabajo en una agencia de empleo, aunque seguía estudiando y leyendo en bibliotecas. Al final, pudo cumplir sus deseos y estudiar en Cornell, donde se doctoró en Ciencias. Nunca se jubiló, y murió a los noventa años, el 2 de septiembre de 1992 en el Hospital Huntington casi al lado de los laboratorios de Cold Spring Harbor donde seguía trabajando y viviendo sola en el mismo apartamento.
A Bárbara McClintock se le otorgó el Premio Nobel en 1983, era la primera mujer que recibía un Nobel en Fisiología y Medicina a título individual.


Transposones en bacterias.

Transposón Simple: Secuencia de Inserción o Elemento de Inserción (IS): los transposones simples contienen una secuencia central con información para la proteína transposasa
Transposón Compuesto (Tn): contienen un elemento de inserción (IS) en cada extremo en y una región central que además suele contener información de otro tipo. Por ejemplo, los Factores de transferencia de resistencia (RTF), poseen información en la zona central para resistencia a antibióticos (cloranfenicol, kanamicina, tetraciclina, etc.).


Transposones en eucariontes.

Retrovirus endógenos: semejantes a los retrovirus, no pueden infectar nuevas células y están restringidos a un genoma, pero pueden transponerse dentro de la célula. Poseen largas secuencias repetidas en los extremos (LTR), genes env (con información para la proteína de la cubierta) y genes que codifican para la trasnrciptasa inversa, como los presentes en retrovirus.
Retrotransposones o retroposones: sólo contienen genes para la transcriptasa inversa y pueden transponerse.
Retropseudogenes: carecen de genes para la transcriptasa inversa y por consiguiente son incapaces de transponerse de forma independiente, aunque si pueden cambiar de posición en presencia de otros elementos móviles que posean información para la trasncriptasa inversa.

Conclusión: hoy en día a los transposones se les considera como elementos ó fragmentos de  material genético que pueden moverse a otra parte del material genético pudiendo así cuásar alteraciones fenotípicas, como es el caso del Maíz.     

Bibliografía.






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